miércoles, 6 de mayo de 2009

ANUBIS


Representación humana: cuerpo de hombre con cabeza de chacal.

Representación animal: chacal.

Era considerado el patrón de los embalsamadores y recibía entre otros, el título de "El divino embalsamador". Es el dios que acompaña al difunto ante el Tribunal.

Fué adorado principalmente en la ciudad de Cinépolis.

UNA LEYENDA

Anubis era el antiguo dios de la
Duat. Anubis estaba relacionado no sólo con la muerte, también con la resurrección después de la muerte, y era pintado en color negro, color que representa la fertilidad.

Cuando
Osiris subió al poder en el mundo de los muertos, la Duat, Anubis tomó un papel secundario, limitándose a embalsamar los cuerpos de los faraones, guiarlos a la necrópolis y cuidarla con su vida. Los sacerdotes de Anubis usaban unas mascaras rituales con su figura en la ceremonia de embalsamamiento del faraón. También Anubis era el encargado de vigilar, junto a Horus, la balanza en la que se pesaban los corazones de los difuntos durante el Juicio de Osiris.

Los primeros textos religiosos no le asignan progenitores, aunque en los
Textos de las Pirámides su hija es Qebehut, la diosa que purificaba al difunto. En los Textos de los Sarcófagos, Bastet o Hesat, eran su madre. En otros textos era hijo de Ihet (diosa de la mitología de Esna); también de Ra y Neftis, de Seth y Neftis, de Sejmet-Isis y Osiris (en Menfis), o de Sopedu.

Plutarco escribió que Anubis era hijo de Osiris y Neftis. Osiris, dejó embarazada a Neftis, la hermana de Isis, en vez de a su esposa. Sucedió por estar borracho, o porque Neftis se disfrazó de Isis, según otros textos. Así, Neftis engendró a Anubis.

También Anubis es considerado el hijo ilegitimo de
Seth, engendrado por Neftis. Seth decide asesinarlo al enterarse de su nacimiento, pero Neftis entregará el niño a Isis, la hermana y esposa de Osiris, quien lo protege y cría. Cuando Seth mata a Osiris, Anubis ayudará a Isis a resucitar al dios. Por esta razón Anubis era el encargado de embalsamar a los faraones, y guiarlos a la necrópolis.

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